Ingenieros en el Mundo

Fernando Álamos 

Ingeniero Aeroespacial y Mecánico, Programa de Doctorado

University of Notre Dame | Estados Unidos

Generación ‘11

¿Cómo surgió la oportunidad de ir a estudiar un PhD a Estados Unidos?

Todo surgió cuando estaba haciendo mi magister en IngenieríaMecánica en la PUC. Mientras realizaba el magister, Jorge Ramos, mi profesor guía, tuvo que reemplazar un año completo a un profesor de la Universidad de Notre Dame en Indiana, Estados Unidos.

Durante ese período, Jorge me presentó al profesor Steven Schmid, y ambos me ofrecieron ir como investigador durante 6 meses. 

¿Cómo pasaste de ir como investigador a estudiar el doctorado?

El profesor Schmidme sugirió estudiar para dar las pruebas GRE and TOEFL con el fin de entrar a un master con él en la Universidad. Me fue bien y Steve me ofreció entrar al doctorado. Yo acepte inmediatamente y quede en el programa. Todo fue muy rápido.

¿Fue siempre una inquietud querer estudiar en el extranjero o fue una oportunidad que decidiste aprovechar?

Siempre tuve la inquietud de estudiar en el extranjero porque me gusta mucho viajar. Pero además es una excelente oportunidad para aprender inglés. La verdad es que nunca pensé en hacer un doctorado hasta que estuve acá. Decidí postular e intentarlo, porque son esa clase de oportunidades que se presentan una sola vez en la vida y la verdad es que no me arrepiento.

¿Postulaste a alguna beca?

No postule a ninguna beca. Sin embargo, la Universidad de Notre Dame cubre los gastos del programa, me paga un sueldo y da ciertos beneficios, como seguro de salud. Esto es dado por la Universidad el primer año una vez que uno queda en el programa. Luego, uno debe mantenerse trabajando en un proyecto externo, el cual le paga a la Universidad y con eso a uno le pagan.

¿Qué fue lo más difícil que te tocó enfrentar en este proceso de lograr entrar a estudiar el PhD?

Lo que más me costo fue el choque cultural y aprender el idioma. Al principio no sabía mucho inglés y no entendía mucho como se hacían las cosas. Al mismo tiempo me costó entender las dinámicas sociales y culturales del país. 

Diría que el primer año fue el más difícil y bastante solitario. Sin embargo, logré acostumbrarme, aprender el idioma rápidamente e hice muy buenos amigos de todo el mundo. Ahora estoy muy feliz y me siento muy a gusto en Estados Unidos.